En la etapa preescolar, especialmente en pre-kínder y kínder, los niños y niñas comienzan a desarrollar habilidades sociales fundamentales que los acompañarán a lo largo de toda su vida. Es en este período crucial donde el aprendizaje de la convivencia y la ciudadanía cobra una gran importancia. Las actividades en equipo no solo ayudan a los pequeños a interactuar con sus compañeros, sino que también les enseñan a trabajar juntos hacia un objetivo común, promoviendo valores como el respeto, la empatía y la cooperación.